15 Enero 2020

CLASSIC FUSION GOLD CRYSTAL

Classic Fusion Gold Crystal

Hublot presenta el Classic Fusion Gold Crystal, un reloj cuya esfera luce la forma más rara de oro que existe en la Tierra: el cristal de oro.

 

Única, delicada y resplandeciente, la esfera del Classic Fusion Gold Crystal está decorada con cristales de oro elaborados a partir de láminas de dicho material. Una preciosa obra de arte para enmarcar. La delicada esfera se deposita dentro de la caja de cerámica negra del Classic Fusion Gold Crystal, disponible con un diámetro de 38 o 45 mm. El reloj alberga el calibre HUB1112, un movimiento mecánico de carga automática que ofrece una reserva de marcha de 42 horas. La correa, de piel de caimán de color negro cosida sobre caucho, permite lucir esta rara joya en la muñeca.

“Cada ejemplar del Classic Fusion Gold Crystal es una obra única, imposible de reproducir. Una fusión de materia y diseño conseguida gracias a nuestro dominio del complejo proceso de producción. Hemos logrado reproducir la forma más rara del oro que existe sobre la faz de la Tierra: el cristal. Desde la noche de los tiempos a la esfera de nuestros relojes, pasando por la hermosa naturaleza de Suiza, el oro nunca dejará de fascinarnos. Aquí se muestra en su más bella y mágica expresión.”

Ricardo Guadalupe

CEO HUBLOT

El cristal de oro, la forma más rara que adopta este precioso metal sobre la faz de la Tierra

El ser humano siempre se ha sentido fascinado por el oro. Para comprender el amor que profesamos a este precioso metal, es necesario sumergirse en las profundidades del tiempo y en las de nuestro planeta. El oro está presente en el universo desde poco después de su nacimiento, el Big Bang, hace unos 13.800 millones de años. Esto significa que todos los átomos de oro presentes en la Tierra se encuentran en ella desde su formación, que tuvo lugar hace unos 4.600 millones de años. Mucho después, hace aproximadamente 50 millones de años, aparecieron los filones auríferos tras la formación de las cadenas montañosas. Bajo la superficie terrestre se filtra el agua, portando con ella sales minerales y metales, y depositándolos en lugares propicios. Entre ellos, el oro. Hace unos cientos de miles de años, los glaciares erosionaron las rocas cristalinas que rodeaban esos filones auríferos. Arrastrado por el agua de los ríos, el oro se depositó en los lechos de los cursos de agua.

En el momento de su recolección, el oro se encuentra en forma de láminas. En efecto, muy rara vez se reúnen las condiciones que propician la creación de cristales, una forma extremadamente poco frecuente en la naturaleza. Aquí es donde intervienen los ingenieros de Hublot para dotar al oro de su forma más exclusiva: el cristal de oro.

El departamento de Investigación y Desarrollo de Hublot calienta el oro más puro posible –24 quilates– hasta su temperatura de fusión. De ese modo se crean emanaciones de oro que podríamos asimilar a un vapor que contiene átomos de oro. Esas partículas ascienden hacia lo alto dentro de esa emanación y, a continuación, adoptan finalmente la forma cristalina cuando se encuentran con una superficie fría. Allí se aglomeran en cristales con formas completamente aleatorias, únicas e imposibles de reproducir.

Seguidamente, el maestro en esferas toma delicadamente los cristales para colocarlos sobre la esfera, racimo a racimo. Solo se utiliza el 20% de estos cristales. Una vez seleccionados, se depositan cuidadosamente a mano sobre una esfera negra. Después se insertan en una fina laca transparente en cuyo desarrollo se invierte más de un año. Una operación compleja, ya que debe realizarse en condiciones de vacío para evitar la aparición de burbujas de aire. El proceso se repite una y otra vez, dado que se necesitan unas 20 capas de laca diferentes para que los cristales queden completamente integrados. A continuación, ya solo queda pulir esta lámina para que la laca sea invisible y su superficie quede perfectamente lisa.