HUBLOT, EN LA CIMA DE LA VELA
En la segunda jornada de la octogésimo tercera edición de la Bol d’Or Mirabaud, Hublot invita a su embajador, Alan Roura, para una corta escala ginebresa.
Una excelente ocasión para él para hablar de las actividades que organiza con vistas a dar a conocer la vela a las jóvenes generaciones.
Cronometrador oficial de la Bol d’Or Mirabaud desde 2013, Hublot ha incorporado en su edición limitada Classic Fusion Chronograph todo lo que convierte en mítica a la BOM: aguas azules y a veces tranquilas cuando no sopla el viento que contrastan con las aguas agitadas que caracterizan una competición de renombre compleja de gestionar.
“La Bol d’Or Mirabaud encarna los orígenes geográficos de Hublot y su vínculo histórico con la vela y los deportes náuticos. Para esta octogésimo tercera edición, la empresa suiza une competición oceánica y regata en aguas cerradas invitando a Alan a regresar a las tierras de sus primeras navegaciones. Rememorando sus vivencias en la BOM, Alan nos recuerda que los mejores marineros y navegantes aprecian las aguas técnicas del lago Lemán. En el instante en que los barcos de la BOM lleguen a la Sociedad Náutica de Ginebra, dando fin a la competición, Alan partirá para la Vendée Arctique. Nos sentimos contentos y orgullosos de poder estar en esos momentos de vela míticos, en Suiza y en el mundo. ”
“Ya he participado tres veces en la Bol d’Or y guardo un gran recuerdo de cada una de ellas. A mi pesar, este año no podré competir debido a la incompatibilidad con mi agenda deportiva personal, pero me siento feliz de poder asistir a la conferencia de prensa con Hublot, patrocinador de mi proyecto IMOCA para la Vendée Globe. Es un evento increíble que une mi devoción por la vela con mi amor por mi país, Suiza. Confío en que las condiciones serán las idóneas y en que veremos un bonito espectáculo, ¡esperando poder participar el próximo año!”
Hublot y la Bol d’Or Mirabaud, dos emblemas de lo suizo, de innovación y de pasión
A través de sus orígenes en 1980, con el diseño emblemático del bisel de su reloj rematado con tornillos que recuerda a un ojo de buey. Y a través de sus colaboraciones en las competiciones de vela más icónicas, como la más antigua con la Copa de América a bordo de Luna Rossa en 2007, la más difícil y mítica de las carreras oceánicas con Alan Roura para su campaña de la Vendée Globe 2024 y la más importante regata en aguas cerradas del mundo con el cronometraje oficial de la Bol d’Or Mirabaud desde 2013.
Hublot, cronometrador oficial de la BOM desde 2014
La Bol d’Or Mirabaud, que atrae a marineros experimentados y aficionados, reúne a embarcaciones multicasco, monocasco, monotipo y prototipo. Los 500 barcos que participan en la BOM deben recorrer los 123 kilómetros que unen los dos extremos del lago Lemán, de Ginebra a Bouveret. Una regata suiza conocida internacionalmente que da prestigio a los marineros suizos y que se ha convertido en símbolo de la vela en Suiza. Para los regatistas suizos es el santo grial, una especie de Vendée Globe suiza. «Participar en la Bol d’Or es importante en la vida de un marinero, sin importar el mar en que navegue…». Estas fueron las palabras de Alan Roura en 2017, padrino de la competición, un rol que aceptó mientras recorría la costa brasileña durante su primera Vendée Globe. Antes de esto, el regatista suizo había ganado la BOM en 2013 en la categoría Surprise con una embarcación de 7,64 m, más de dos veces más pequeña que su IMOCA Hublot. La particularidad de la Surprise en la Bol es el hecho de ser monotipo y la clase más representada en la carrera. Para los navegantes es una regata intensa, algo así como una competición dentro de la competición.
El Classic Fusion Chronograph Edición Especial Bol d’Or
Diseñado para llevarlo tanto a bordo como en tierra, el Classic Fusion Chronograph Bol d’Or Mirabaud es deportivo y elegante y posee una caja de 45 mm de cerámica en color negro que alterna pulido satinado y mate, una esfera gris antracita con satinado sol y una correa de tejido técnico antracita con pespuntes azul marino oscuro. Unos colores que recuerdan que el lago Lemán es conocido por ofrecer temperaturas imprevisibles y caprichosas y que el color de sus aguas varía entre el azul oscuro y el negro intenso, del día, cuando los barcos toman la línea de salida a las 10 h, a la noche, cuando generalmente llegan a la Sociedad Náutica de Ginebra.
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